La Fiscalía General de la Nación, gracias a pruebas obtenidas durante la investigación, logró que Gloria Milena Álvarez Quinchía, empleada de un hotel en Medellín, aceptara mediante preacuerdo su participación en una red de tráfico de migrantes. La mujer admitió haber facilitado alojamiento a extranjeros que transitaban irregularmente por el país con destino al Golfo de Urabá.
El preacuerdo fue aprobado por un juez penal especializado, quien la condenó a cuatro años y dos meses de prisión por los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico de migrantes. Además, el fallo judicial incluye una multa equivalente a 1.383 salarios mínimos legales vigentes y una inhabilidad para ejercer funciones públicas durante 50 meses.
La investigación, liderada por la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, reveló que Álvarez Quinchía hospedó en múltiples ocasiones a migrantes cubanos, quienes luego eran transportados vía terrestre hasta Capurganá, Chocó, para continuar su trayecto hacia Estados Unidos. Desde allí, los migrantes eran embarcados en lanchas rápidas hacia Panamá, facilitando así su avance en la ruta hacia Norteamérica.
Gloria Milena Álvarez había sido capturada junto con otras diez personas en mayo de 2022. En ese momento, la Fiscalía le imputó cargos y se le impuso una medida de aseguramiento privativa de la libertad en su lugar de residencia.