El panorama de suicidios en menores de edad en Colombia se agrava, según reportes de la Defensoría del Pueblo. Con 83 casos, Antioquia lidera las cifras nacionales, seguido de Bogotá con 22 y Valle del Cauca con 14, totalizando 183 suicidios en todo el país entre enero y agosto. De estos, el 44% corresponde a niñas y adolescentes, mientras que el 56% son niños y adolescentes, distribuidos en su mayoría en el grupo etario de 14 a 17 años (79%).
El Ministerio Público ha emitido una alerta especialmente para los municipios de Bojayá y Medio Atrato en Chocó, y Vigía del Fuerte en Antioquia, tras el suicidio de una menor y tres jóvenes indígenas de las comunidades emberá Villa Hermosa, Playita y Unión Baquiaza en las últimas tres semanas.
Además, se han registrado cuatro intentos de suicidio adicionales en esta misma zona. Estas cifras se suman a los seis suicidios de menores reportados entre enero y junio en otras comunidades indígenas de Chocó, como Playa Bonita y Santa Lucía de Pogué.
La defensora Iris Marín expresó la urgencia de implementar un enfoque diferencial en los programas de atención psicosocial y salud mental, especialmente ante factores como violencia sexual, desplazamiento forzado y reclutamiento de menores, que afectan a comunidades vulnerables y a pueblos étnicos. “No podemos permitir que los menores pierdan el sentido de vida; el derecho a querer vivir y tener esperanza debe ser protegido”, destacó Marín.
La Defensoría del Pueblo insiste en que estos programas deben adaptarse a las realidades culturales y sociales de cada comunidad, particularmente en regiones afectadas por la violencia, donde la ruptura de las tradiciones culturales incrementa la vulnerabilidad emocional de los menores.