La viuda del cantante del Binomio de Oro aún llora al recordar la pérdida de su gran amor, Rafael Orozco.
El mundo del vallenato ha sufrido la pérdida trágica de muchas de sus figuras, y uno de los golpes más duros fue la muerte de Rafael Orozco. El talentoso cantante fue asesinado el 11 de junio de 1992 por delincuentes a sueldo, truncando una carrera brillante y dejando un vacío inmenso en su familia y en los corazones de sus seguidores. Desde entonces, su esposa Clara Cabello ha vivido con el recuerdo constante de su amor y su música.
Clara, quien tuvo que asumir la responsabilidad de criar a sus tres hijas tras la muerte de Orozco, mantiene vivo el recuerdo del cantante en su vida cotidiana. Aunque han pasado 32 años, ella sigue escuchando diariamente ‘La creciente’, la canción que Rafael le dedicó y que se ha convertido en un himno personal de su amor. La letra, especialmente la línea “Ahí viene la mujer que yo más quiero, por la que desespero y hasta pierdo la cabeza, ¡Clara!”, inmortaliza el profundo sentimiento que compartieron y le brinda a Clara un consuelo constante.
‘La creciente’ es mucho más que una canción para Clara; es un vínculo eterno con Rafael. Cada vez que la escucha, revive los momentos felices que compartieron y se siente acompañada por su espíritu. Esta melodía representa la promesa de un amor que trasciende el tiempo y la muerte, mostrando cómo la música puede mantener viva la memoria de quienes ya no están físicamente presentes.