La cantante colombiana abrió su concierto con las canciones “Estoy aquí” y “Dónde estás corazón”

Aunque la lluvia amenazó con dar batalla la noche del domingo en el Estadio Tres de Marzo, solo le dio la bienvenida a los tapatíos previo al show de Shakira, quien luego de varios años regresó a nuestra ciudad, esta vez como parte de su gira “El Dorado World Tour”. La lluvia dejó el olor a a tierra mojada y el Estadio ya estaba listo para recibir a la hija de Barranquilla, Colombia. Lleno total el inmueble, aforado para 23 mil personas.

Al interior había un público expectante por lo que iba a suceder, algunas personas caracterizadas con los atuendos de Shakira, por ejemplo, un grupo de chicas vestidas como en el video de “Las de la intuición” o una drag queen ataviada en vinipiel roja y una abundante cabellera rubia.

Las puertas se abrieron desde las 17:00 horas y ya había miles de almas reuniéndose para ver a su estrella favorita. El espectáculo comenzó a las 20:00 horas con una retrospectiva de imágenes de Shakira, de niña hasta la fecha y de fondo de escuchaban ya los acordes de “Estoy aquí” y “Dónde estás corazón”.

Utilizando unas mayas destellantes y una blusa de estampado felino, Shakira pidió un aullido de las “lobas” de Guadalajara y enseguida interpretó su hit “She Wolf” queriéndose liberar de unas cadenas a las que estaba sujeta con sus seductores movimientos de cadera.

“Guadalajara de mi corazón, que emoción estar aquí, tenerlos de nuevo y tan cerca, me encanta volver a este país que desde niña ha sido mi casa, la paso muy bien aquí”. Y enseguida el público celebró con gritos las primeras palabras de la colombiana.

La nostalgia llegó con “Si te vas”, una de las más coreadas de la velada que pertenece a su disco “¿Dónde están los ladrones?”.

El reggaetón se hizo presente con “Perro fiel” y “El Perdón”. Luego rememoró “Underneath your clothes” de su álbum “Servicio de lavandería”. Más tarde llegó “Me enamoré”, la canción que escribió pensando en su esposo Gerard Piqué; la vuelta a la nostalgia fue con “Inevitable”.

“Para mi han estado en la buenas y en las malas, gracias por su amistad incondicional y por permitirle estar aquí para ustedes hoy”, confesó Shakira.

Durante las canciones fuegos artificiales y parafernalia brotaban del Estadio Tres de Marzo, elementos que motivaban al público a seguir bailando y cantando las canciones de la latina más famosa del mundo. No sin dejar de lado la pantalla al centro y dos circulares en las laterales, que sumaban mucho con las luces robóticas de gran alcance.

Luego llegó otro hit urbano “Chantaje”, canción que hizo famosa con Maluma y ora recordar su origen libanés y la cultura del Medio Oriente que la acompaña desde niña, salió con nuevo vestuario haciendo la danza del vientre y después darle paso a su canción “Suerte”.

Otro clásico prosiguió, “Tú”, y en “Amarillo”, una de sus más recientes canciones, al finalizarla, mostró su guitarra donde estaba impresa la imagen de su esposo y sus dos hijos. Había que bailar de nueva cuenta y “La tortura” fue el pretexto perfecto mientras en los visuales aparecía la imagen de Alejandro Sanz.

 

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