YouTube está lleno de dibujos animados, pero no todos son tan inocentes como parecen.
La red de vídeos se ha convertido en la televisión de los más jóvenes. Y controlar su contenido y quiénes lo ven puede llegar a convertirse en todo un reto para los padres.
- Por qué la animación rusa Masha y el Oso es el dibujo animado más visto en YouTube
- Por qué grandes marcas están retirando su publicidad de Google y YouTube
Si uno no presta demasiada atención, es bastante fácil confundir un video de la heroína infantil Peppa Pig (“Peppa la cerdita”, en español) con uno falso. Y en el caso del segundo, el contenido puede distar mucho de poder catalogarse como “apropiado” para un público infantil.
En algunos videos de YouTube, la famosa estrella porcina -que en algunas de las parodias recibe el nombre de “Pepa la cerda”- protagoniza episodios terroríficos, como una sangrienta visita al dentista o peleas caníbales.
Pero también escenas cargadas de violencia sexual o incluso su propio intento de suicidio.