Tras la muerte del cantante sus seguidores no están de acuerdo con su morada final.

El sepulcro del ‘Jilguero de América’ sigue generando controversia en redes. La polémica tumba de Jorge Oñate que desató debate en redes.

Finalmente ‘El ruiseñor del Cesar’ podrá descansar, al parecer, eso es lo que desean sus seguidores quienes se hicieron sentir porque no estaban muy de acuerdo con el destino de los restos mortales de su ídolo.

De acuerpo al portal El País Vallenato fue su mánager José Eduardo el ‘Mono’ Romero quien primero publicó en su cuenta de Twitter una fotografía sobre la tumba del ‘Jilguero de América’ en el Cementerio Central de La Paz en Cesar.

Semanas después de su muerte varios seguidores de Oñate comenzaron a compartir la imagen criticando la sencillez de la sepultura, que incluso solo estaba marcada con su nombre escrito con el dedo sobre el cemento fresco.

En la foto se evidenció que la tumba estaba en la parte más baja de los nichos del cementerio, en ‘obra negra’ y en ese entonces aún no tenía lápida.

Para algunos fanáticos fue motivo de indignación que no se escogiera un lugar especial en el cementerio para enterrar al cantante, además de un sitio más visible y que su tumba no estuviera adornada llamativamente, como sí ha ocurrido con los otros cantantes vallenatos fallecidos.

Como se recordará otros intérpretes como Martín Elías, Diomedes Díaz y Kaleth Morales poseen sepulturas y mausoleos especialmente decorados por sus familiares para que sus fans los visiten.

Por ello los fanáticos de Oñate catalogaron su panteón como “Triste. Una tumba olvidada de un cantante olvidado”.

Los usuarios se preguntaron por qué a un cantante como Jorge Oñate, que seguramente dejó una buena fortuna a su familia, “no se le ha destinado recursos para una tumba digna”.

Última voluntad de Oñate

Sin embargo, fue su propio mánager quien despejó algunas de las dudas aclarando que el lugar donde fue enterrado el cantante hace parte de una de sus últimas voluntades expresadas en vida.

El mánager esclareció que Oñate en vida siempre pidió que el día que muriera lo enterraran junto a la tumba de su madre.

En días pasados sus familiares le instalaron la nueva lápida y este 31 de abril al cumplirse su natalicio número 72, su tumba fue adornada con varios arreglos florales.

Incluso le llevaron una serenata en horas de la noche.

El ídolo quedó finalmente sepultado al lado de la de su madre Delfina Inés Oñate y su hermano Jesualdo Gnecco Oñate con una reseña en la que destaca la frase “nuestro orgullo” y se lee también el salmo 48, versículo 14: “Dios nos guiará aún más allá de la muerte, nunca te olvidaremos”, y está firmado por su esposa Nancy Zuleta, hijos y nietos.