Tu teléfono móvil está repleto de sensores.
Algunos permiten calcular tu ubicación (GPS), otros son vitales para tomar fotos (cámara), hablar por teléfono (micrófono) o pagar a través del móvil (NFC).
Lo saben todo sobre ti: la velocidad a la que caminas, la manera en que inclinas el teléfono, dónde te encuentras, si hace frío o calor o cómo son tus huellas dactilares.
Los especialistas los llaman “sensores silenciosos”y han identificado hasta 25 de ellos, instalados por defecto en la mayoría de los terminales.
Según un equipo de científicos de la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, los hackers pueden valerse de ellos para averiguar tu código PIN o tu contraseña.
Si visitas la web equivocada en el momento equivocado -sea cual sea el navegador (Safari, Chrome, Opera o Firefox)- el atacante puede conseguir datos de los sensores y averiguar qué parte del aparato se activa y qué botones pulsas.
Todo lo que haces en la pantalla -desde los clics, hasta mantener apretada una tecla o pulsar un botón- resulta en que agarres el teléfono de una manera única y proporciona información útil para los criminales informáticos.
De acuerdo con los investigadores, los movimientos a la hora de usar el teléfono permiten descifrar el código PIN de cuatro dígitos con un 74% de precisión en el primer intento (y un 100% en el quinto).
Todo ello, sin ni siquiera pedirte permiso.