JONATHAN MONTOYA GARCÍA |
1. Póngale cuidado a lo importante
Según el portal de tecnología Cnet, lo primero que debe hacer el comprador es ignorar las especificaciones que usen términos y números confusos. Las características que ponen las compañías o los retails en los equipos con el fin de venderlos son útiles para diferenciar si tiene HDR, las pulgadas, la resolución, pero otras palabras o cifras no le aportarán mucho a la experiencia de compra, sobre todo porque la mayoría de ellos son desconocidas para las personas. Aunque si usted es un usuario curioso, no está demás buscar al asesor para que le resuelva las dudas. Recuerde, no obstante, que más allá de las características, la calidad de la imagen dependerá en gran parte del uso del TV en casa, por ejemplo: que tenga una plataforma como Netflix o Amazon que ofrezca contenidos en 4k y que su conexión a Internet del hogar sea de buena calidad, porque si esta es deficiente la imagen no conseguirá la resolución que promete el TV.
2. Que tenga HDR
El HDR (Alto Rango Dinámico por sus siglas en ingles) es un término que se ha puesto de moda en la tecnología. En los últimos teléfonos inteligentes es usado para designar uno de los modos para tomar fotos, sin embargo este no tiene relación con el HDR que incluyen los televisores. En los TV básicamente se trata de una tecnología que logra que las imágenes se vean más reales gracias a la precisión de los colores que muestra en pantalla y a que ofrece un mayor contraste entre los oscuros y los brillantes. Según Erik Kain en una publicación de Forbes “La profundidad y la riqueza de color que se obtiene de la tecnología HDR es posiblemente más importante que la nitidez del 4K en sí misma. No compre un nuevo televisor 4K a menos que esté absolutamente seguro que tiene HDR”.
3. ¿Y el tamaño?
Si es para una habitación el periodista de Cnet, David Katzmaier, recomienda que sea de 40 pulgadas, de 55 pulgadas para una sala de televisión y 65 pulgadas o más para un espacio más grande.
Según Katzmaier, más allá de la resolución de pantalla, si es inteligente o no, la queja más común de las personas después de comprar el TV es sobre el tamaño.
Samsung, por su parte dice que si es un 4K curvo el asunto del tamaño no es tan relevante puesto que permite que el espectador lo vea con más proximidad. “De hecho, el consumidor puede comprar un televisor más grande sin preocuparse de la distancia desde la cual disfrutará del contenido”.
4. ¿OLED o LED?
Los televisores 4K Ultra HD utilizan cualquiera de estos dos panes de visualización: OLED o LED. Eso depende del fabricante del equipo.
Los paneles LED (diodos emisores de luz) son los más comunes entre los fabricantes de televisores. LED no es un tipo de pantalla, es la tecnología que usan para crear las imágenes. Lo hacen por medio de los LEDs para iluminar el panel del televisor; esos LEDs están alrededor de la pantalla distribuyendo la luz por medio de placas. A diferencia de ese funcionamiento, los OLED (diodo emisor de luz orgánico) están formados por los propios diodos, es decir, no necesitan una fuente trasera de luz (como los LED) porque ya ellos cumplen esa función. Por esa razón se encuentran televisores OLED mucho más delgados en el mercado y dan un negro más puro y un contraste de colores más rico.
No obstante ahora hay una tecnología que ha perfeccionado los LED, se llama Quantum Dots (puntos cuánticos) que le da precisión al color, logrando que estos se vean en el TV más reales, como los percibe el ojo fuera de pantalla.
5. No tiene que ser Smart
En el mercado hay diferentes modelos 4K que no son Smart TV, y la mayoría de ellos son más económicos. Si usted no va a aprovechar una buena cantidad de las aplicaciones que están integradas en un TV inteligente y es de los que usa solo Netflix, la recomendación es ahorrarse lo que le puede costar de más un Smart. Recuerde que un TV que no sea de este tipo puede conectarse a un Apple TV, un Google Chrome, o un PC portátil por medio de los puertos HDMI y acceder a distintas aplicaciones.