La llegada de ChatGPT ha sido toda una revolución en muchos ámbitos, pero parece que el sector educativo tiembla con la idea de que sus alumnos empleen esta herramienta de inteligencia artificial.
ChatGPT ha llegado para hacer historia. Sin embargo, y pese a que muchos piensen que todas sus funcionalidades son positivas, también ha revolucionado por completo el sistema educativo en muchos países.
Era de esperar que esta inteligencia artificial comenzase a ser usada por los estudiantes para elaborar trabajos (algunos en forma de plagio) o para servirse de sus utilidades sin prestar atención a la información falsa que puede llegar a proporcionar o la falta de calidad gramatical que, en ocasiones, se puede ver en sus resultados.
Por ejemplo, Stack Overflow (una web de preguntas y respuestas para programadores) ha prohibido las respuestas generadas por este chatbot debido a que, en alguna ocasión, ha proporcionado información falsa a preguntas técnicas. Por otro lado, Nueva York ha hecho lo mismo en determinados colegios, lo que afecta a un total de 1.800 escuelas públicas.
Es por eso que ya muchos se preguntan: ¿Es ChatGPT una herramienta útil para estudiantes y profesores? ¿O es un mecanismo trampa que impacta negativamente en el proceso educativo?