Todos quieren colaborar con el puertorriqueño, quien ha elevado el género del trap a lo más alto.

Por: Julia Alegre Barrientos
En plena era de ‘millennials’ y ‘centennials’ alienados con las redes sociales, donde casi todo está hecho, todo está visto, ya pocas cosas sorprenden y todo se recicla, parece lógico que un cantante que se hace llamar así mismo ‘Conejo malo’, en inglés, sea quien esté revolucionando la escena musical a golpe de éxitos y rarezas.

Bad Bunny es extravagante, llamativo, ininteligible. Viste ropa andrógina de Versace, se hace cortes imposibles en su cabeza trasquilada, tiene una colección de gafas de sol que solo alguien con mucho amor propio se atrevería a lucir y canta como si el agotamiento le ganara en cada estrofa. Está más cerca de parecerse a un ‘nerd’ de laboratorio que a un galán de Hollywood. Con todo eso, no deja de sumar éxitos. A principios de enero tenía 10 en la lista Hot Latin Songs de Billboard, uno de los mayores exponentes de la música latina en Estados Unidos, y siete en el ‘ranking’ Billboard Hot 100.

Pero si hay algo que llama la atención del espectacular ascenso del ‘Conejo malo’ es que, de los 27 éxitos que logró posicionar el año pasado, ninguno estaba respaldado por la maquinaria de una gran multinacional disquera o un trabajo discográfico como tal: todos eran sencillos o colaboraciones con otros artistas –40, en total, según el diario español ‘El Mundo’–. Se destaca la canción ‘Mía’, que lanzó en octubre junto a Drake (506 millones de reproducciones en YouTube), o la archiconocida ‘I like it’, de la rapera Cardi B y en la que también participa el colombiano J Balvin (cerca de 800 millones).

Ni siquiera Jennifer López ha escapado del influjo de este hombre, con quien también acaba de presentar una colaboración.

El 24 de diciembre, en Nochebuena, Bad Bunny publicó su álbum debut, ‘X100PRE’ (‘Por siempre’ en el idioma de los púberes que le dan patadas al lenguaje). Lo hizo un lunes, algo inusual en la industria que tradicionalmente saca sus productos los viernes. Solo necesitó diez días para desbancar de lo más alto del Top Latino de Álbumes, también de Billboard, a su compatriota Ozuna, quien llevaba 21 semanas imbatible con ‘Aura’ y ‘Odisea’.

Dice la revista especializada ‘Rolling Stone’ que “ ‘X100PRE’ es todo lo que se podría esperar de un álbum debut”. ‘The Guardian’ lo califica de “consistente” y le da cuatro estrellas. Añade que “desafía el pop de masas con vertiginosas innovaciones”. ‘The Washington Post’ va 100 pasos más allá, valga la redundancia, y asegura que el artista “ha publicado el mejor disco del año antes, incluso, de que empiece el año”. Nada mal para empezar.

Entre las canciones que incluye está ‘Solo de mí’, un alegato contra la violencia de género con el que el artista se distancia –por unos minutos– del género musical que representa, tan acostumbrado a las alusiones sexistas y las letras que denigran de forma explícita a las mujeres. Porque tampoco hay que olvidar que Bad Bunny ha hecho parte de esa generación de cantantes que desde el trap y el reguetón ha reforzado más, si cabe, los estereotipos machistas entre los más jóvenes. Solo por poner un ejemplo: en 2017, en el tema ‘Ahora me llama’ de la paisa Karol G, cantaba: “yo tengo una colombiana y se lo meto entero”. El videoclip de ‘Solo de mí’ lleva cerca de 50 millones de visualizaciones en YouTube desde el 15 de diciembre, fecha en la que se publicó.

JULIA ALEGRE BARRIENTOS
Redacción Domingo
En Twitter: @JuliaAlegre1

eltiempo.com

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