¿Que Nairo Quintana ya no tiene chances en el presente Tour?… Pues ayer demostró que está “vivo”.
Con el verdadero jefe del Movistar nunca se sabe lo que pueda pasar, no hay que darlo por vencido. En esto coincidían, en días pasados, el hombre que lo descubrió, el director técnico español Vicente Belda, así como algunos excorredores que hicieron historia en la ronda francesa, como Fabio Parra, Santiago Botero, Mauricio Soler y Víctor Hugo Peña.
Ahora, el colombiano está a 1.01 minutos de lograr su cuarto podio en la historia de esta carrera, en la que suma dos subtítulos y un tercer lugar.
“Tuve la oportunidad de conocer a Nairo en 2008. El talento de este chaval me sorprendía, así como su actitud. Pero debo decir que es tan indescifrable que aún no termino de conocerlo. Cuando muchos lo dan por derrotado, él se las arregla para demostrar lo contrario”, expresaba Belda.
Gracias a Quintana, el Tour, como pocas veces sucede en la actualidad, vivió ayer una etapa de antología.
Con su imponente y demoledor ritmo en la bicicleta, que promedió 27.5 kilómetros subiendo rumbo a la inédita meta en Saint-Lary-Soulan, el boyacense acabó con la aburrida tregua que se venía presentando en el grupo principal del pelotón desde días atrás.
Hasta ahora el drama en el rostro de los ciclistas se había presenciado no por ataques entre ellos, sino por el peligro que generó el pavé en la etapa 9 y que, debido a las constantes caídas, dejó sin aspiraciones de victoria a más de uno.
Nairo, quien se atrevió a hacer lo diferente ayer en la etapa 17, encontró el premio a su osadía al triunfar en el corto pero explosivo recorrido de 65 km desde Bagnères-de-Luchon y en el que había tres premios de montaña, dos de primera y otro de fuera de categoría.
Con su demostración, saltó del octavo al quinto puesto de la general y así seguir luchando por los puestos de honor.
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