Aunque las cifras oficiales muestran una leve caída, el embarazo adolescente sigue siendo un fenómeno profundamente arraigado en Colombia. En 2024, 66.686 adolescentes entre los 10 y 19 años se convirtieron en madres, lo que equivale al 15% de todos los nacimientos registrados ese año, según datos del DANE.
La reducción respecto a 2023 es mínima: apenas un punto porcentual. Esto demuestra que, más allá de los avances, persisten desafíos estructurales que afectan la vida de miles de niñas y jóvenes, especialmente en regiones vulnerables. Para la Fundación Juanfe, que lleva más de dos décadas enfrentando este fenómeno, los números son un llamado urgente a la acción colectiva.
Antioquia y Bolívar: epicentros de la problemática
Los departamentos de Antioquia y Bolívar concentran casi una quinta parte de todos los embarazos adolescentes del país. En 2024,
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Antioquia reportó 7.215 nacimientos, y
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Bolívar sumó 4.609, con Medellín y Cartagena como las ciudades más afectadas.
La dimensión del problema se vuelve más clara cuando se hace una analogía: los 66.686 nacimientos en madres adolescentes equivalen a llenar 417 buses articulados de TransMilenio con 160 pasajeros cada uno.
Más allá de los números: las consecuencias
El embarazo adolescente no solo limita el presente de las jóvenes, sino que también compromete su futuro. Impacta negativamente su acceso a la educación, reduce sus oportunidades económicas y perpetúa ciclos de pobreza que se heredan de generación en generación. Se trata de una barrera estructural para el desarrollo del país.
Aunque en términos generales la natalidad en Colombia cayó un 13,7% entre 2023 y 2024, el embarazo adolescente se mantiene casi sin variación. Uno de cada siete nacimientos sigue siendo de una madre menor de 20 años.
El trabajo de la Fundación Juanfe: transformación en marcha
Frente a este panorama, la Fundación Juanfe ha consolidado un modelo de intervención que ha demostrado resultados concretos. En 2024:
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Atendió a 882 madres adolescentes en Cartagena, donde su trabajo contribuyó a una reducción del 23,7% en los casos.
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En Medellín, brindó apoyo a 534 jóvenes, en un contexto donde los embarazos adolescentes bajaron un 15,6% respecto al año anterior (de 2.017 en 2023 a 1.703 en 2024).
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Y lanzó una nueva estrategia en Urabá, en alianza con la Gobernación de Antioquia, para acompañar a más de 300 adolescentes en esta subregión especialmente afectada.
Además de prevenir nuevos embarazos, la Juanfe trabaja para romper el ciclo del embarazo subsecuente, es decir, evitar que las jóvenes madres enfrenten un segundo embarazo sin haber alcanzado autonomía económica o estabilidad emocional.
Un modelo que transforma vidas
El enfoque de la Fundación combina atención psicosocial, acceso a salud, formación académica y preparación para el empleo. Todo bajo un marco de acompañamiento cercano, adaptado a cada territorio y con enfoque diferencial. Para la Juanfe, cada caso atendido es una oportunidad de transformación.
Un llamado colectivo
La organización insiste en que ningún actor puede enfrentar este problema en solitario. Se requiere una alianza real entre el Estado, el sector privado y la sociedad civil para atacar las causas estructurales del embarazo adolescente.
“Reducir el embarazo adolescente no es solo un objetivo de salud pública, es una apuesta por la equidad, la justicia social y el futuro del país”, señala la Fundación.
Con más de 24 años de experiencia, la Juanfe reitera su compromiso con las jóvenes más vulnerables de Colombia. Pero también recuerda que cerrar brechas no es tarea de unos pocos: es una responsabilidad de todos.