“Sólo se vive una vez, y de la manera que vivo, con una basta”, sentenció Frank Sinatra, el hombre de Hoboken- Nueva Jersey- quien dejó atrás su trabajo como repartidor de periódicos para hipnotizar con su voz a cuanto oyente encontrara su música.
Comenzó a trabajar en la orquesta de Tommy Dorsey y junto a él consiguió su primer éxito musical: ‘I’ll Never Smile Again’. Hizo parte de la orquesta durante dos años y en 1942 decidió lanzarse como solista. Por ese entonces Benny Goodman era la máxima estrella de la música, y Sinatra, aunque ya era reconocido, se veía eclipsado por la figura del llamado “rey del swing”. Pero el 30 de septiembre de ese año, cuando Sinatra se subió al escenario del Teatro Paramount de Nueva York, el público se llenó de una euforia tan grande, que se seguiría repitiendo en cada escenario que pisaba. Desde entonces Sinatra se convirtió en el ídolo musical de toda una generación.
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